En los dos últimos viajes que hemos realizado en Senegal a finales de 2016 y principios de 2017, hemos explorado la zona norte de Senegal siguiendo el cauce del río que da nombre al país y disfrutando de uno de los mejores santuarios para ver aves del mundo: Djoudj
Viajando por el norte de Senegal
Debido al puntual conflicto y cierre de fronteras en Gambia a causa de la negativa del antiguo dictador Yahya Jammeh de abandonar el poder y ceder su cargo al ganador de las elecciones Adama Barrow, decidimos modificar la ruta inicial y viajar por el norte de Senegal hasta Kidira, rodeando así todo el país y visitando además una de las zonas más increíbles y menos turísticas de Senegal.
¿Qué visitar en el norte de Senegal?
Enero es quizás el mejor mes para visitar el Parque Nacional de Djoudj, que alberga una de las mayores concentraciones de aves del mundo y no lo pasamos por alto.
Además nos adentramos en el territorio Fouta Toro situado en el valle del río Senegal, al sur de la actual Mauritania, al norte de Senegal y Mali, zona en la que se fundó el antiguo imperio de los Tukulor.
Visitamos mezquitas de estilo sudanés y pueblos de adobe, hicimos noche en aldeas Peul donde sus mujeres lucían sus tatuajes labiales con orgullo y también viajamos por todo el norte de Senegal hacia Bakel donde disfrutamos de acampadas en mitad de la sabana.
Debido a que salimos tarde de Dakar esperando nuestras visas de Guinea Conakry, no pudimos llegar a Gandiol esa misma tarde y nos tocó hacer noche en el camino.
Cogimos un desvío al azar de la carretera principal y nos adentramos a través de una pista de arena hasta llegar a un pequeño poblado Peul.
Curiosamente en este poblado solamente vivían mujeres y niños. Solicitamos permiso para acampar y mientras montábamos el campamento se nos acercaron curiosas. Pudimos descubrir con asombro los curiosos tatuajes que estas mujeres llevan en los labios.
Saint Louis, ciudad Patrimonio de la UNESCO
Empezamos nuestro viaje por el norte de Senegal visitando Saint Louis y sus alrededores. En Gandiol a unos 15 km de Saint Louis, se encuentra el famoso Zebra Bar, un campamento de parada casi obligatoria en las travesías transaharianas y transafricanas, sobre todo si se viene desde el árido Sahara, que sirve de base perfecta para visitar la región.
La ciudad de Saint Louis ubicada a orillas del Atlántico y en el tramo de la desembocadura del río Senegal, se divide claramente en tres zonas: la parte continental, la isla de N’Dar (la parte histórica) y la península Guet N’Dar (Langue de Barbarie) donde se encuentra uno de los puertos pesqueros más espectaculares de esta parte de África con otro puente a la parte continental.
El parque de las aves de Djoujd
Si visitamos Saint Louis de noviembre a marzo y sobre todo en enero, no podemos perdernos una visita al cercano Parque Nacional de Djoudj.
A este santuario protegido cada año miles de aves migran desde el sur y este de África, Europa y Asia, hacia los humedales de la costa senegalesa para reproducirse, alimentarse, huir del invierno o como zona de tránsito hacia otros cielos. El Parque Nacional de Djoudj es la tercera reserva de aves del mundo.
Nuestra visita a Djoudj en enero fue una experiencia maravillosa, una de las mejores que hemos vivido en África, y tuvimos la suerte de contemplar monos, reptiles, facóceros y sobretodo una increíble variedad y cantidad de aves, Pero sin lugar a dudas la excursión en barco hasta la isla de reproducción de los pelícanos fue el punto fuerte de la visita que nos dejó a todos boquiabiertos.
Nos alojamos en el campamento comunitario a las puertas del P.N. de Djoudj. Los habitantes de este lugar, nos sorprendieron con su hospitalidad a la hora de buscar la cena. Descubrimos un pueblo curioso y acogedor con casitas de adobe y tiendas nómadas.
La ciudad de Podor, frente a Mauritania
Podor, histórica ciudad utilizada por los franceses como puerto comercial de mercancias, tiene bonitos edificios de colores. Hoy en día Podor es un pueblo tranquilo desde el que podemos ver y cruzar a Mauritania al otro lado del río.
Explorando el país Tukulor
Nos adentramos en el país Tukulor, pueblo tradicionalmente guerrero que habita en el norte de Senegal, sur de Mauritania y Mali.
A nuestro paso vemos pueblos sin electricidad, realmente tradicionales construidos en barro, tierras de cultivo junto al río Senegal y llanuras semi-áridas salpicadas de acacias.
Avanzamos por pistas polvorientas, nuestro camión levanta a su paso una enorme nube de polvo. Tenemos la sensación de viajar por una zona realmente remota.
Cada cierto tiempo nos cruzamos con pastores conduciendo sus rebaños. En las orillas del río Senegal las mujeres lavan la ropa, más allá un rebaño de cebúes bebe agua y de fondo oímos la mezquita del lado mauritano llamando a la oración.
Mezquitas de estilo sudanés en el norte de Senegal
Nos dirigimos a Donaye donde se encuentra una mezquita de estilo sudanés edificada alrededor del año 1870 por los Tukulor. Donaye es un pueblo muy hermoso, abierto hacia el río.
Por momentos pensamos en hacer noche allí pero la insistencia de algunos de sus niños en pedir “cadó” (regalo) hizo que continuáramos viaje unos kilómetros más hacia el este. No pasaron ni tres kilómetros cuando encontramos una preciosa playa fluvial con un espacio abierto llano, lo suficientemente grande como para montar nuestro campamento. Y allí junto al río, nos dimos un baño, lavamos la ropa, montamos tiendas, cocinamos y cuando nos quisimos dar cuenta teníamos un cielo repleto de estrellas sobre nuestras cabezas.
Son las ventajas de viajar en camión por Senegal y ser autosuficientes, que nos acostamos y nos levantamos donde queremos.
Por otra parte y dada la proximidad del desierto de Sáhara por el día un sol de justicia y calor seco, mientras que por la noche bajaban considerablemente las temperaturas.
A la mañana siguiente seguimos viajando a través del territorio Tukulor y descubriendo más pueblos y mezquitas de adobe en la isla de Morphil. De vuelta a la carretera principal nos encontramos con un asfalto en pésimo estado, con unos socavones terribles que nos acompañarían hasta Kidal.
De nuevo volvíamos a hacer vivac, esta vez acampando junto a un bosque de acacias y un pequeño asentamiento. Sus habitantes como es tradición en esta parte del mundo, nos invitaron a tomar té en su casa.
Continuamos ruta hacia Kidal y Kidira
Pasan los kilómetros y observamos cómo cambia el paisaje, disfrutamos contemplando bosques de baobabs, árboles grandes de aspecto extraño que dan la sensación de pertenecer a otro mundo.
Si el país Tukolor parecía remoto, los alrededores de Kidal parecen de otro planeta. Aldeas primitivas, enormes baobabs, monos y babuinos y enormes rebaños de cebúes. En uno de estos preciosos bosques de baobabs, en medio de la sabana, montamos por tercera noche consecutiva nuestro campamento.
Más allá continuamos hacia Velingara y Gambia, que acababa de reabrir sus fronteras después de que su antiguo dictador abandonará el país.