Al norte de Costa de Marfil, en pleno corazón del país senufo, entre Boundiali y Korhogo, se encuentra Niofoin, uno de los pueblos más interesantes y pintorescos de todo el país.
Uno de los pueblos más interesantes de Costa de Marfil
Niofoin es un pueblo de tamaño mediano que ha crecido mucho en los últimos años, de carácter agrícola, principalmente animista, donde se conservan muchas de sus tradiciones antiguas y donde buena parte de sus habitantes practica la poligamia. En Niofoin las mujeres y los hombres viven en casas separadas. En una misma familia donde el hombre tiene varias mujeres, cada mujer dispone de su propia casa y el hombre vive solo en la suya, siendo la mujer la que se desplaza a casa del hombre cuando quieren “verse”, y nunca al revés. Esta es una diferencia con los pueblos Dan (también animistas) que visitamos en el oeste de Costa de Marfil, donde es el hombre quien se desplaza a la casa de la mujer.
Nos dirigimos a Niboladala, el barrio que dio origen a Niofoin, donde prácticamente todas las construcciones que hay son de estilo tradicional, es decir, chocitas con muros de adobe y techado de madera y paja.
Entre los típicos graneros, de forma alargada y puntiaguda, que salpican los pueblos de esta parte de África y las casas de los vecinos de Niboladaba sobresalen llamativamente, ya desde lo lejos, dos construcciones conocidas como las “casas de los fetiches” con sus imponentes gruesos techos de paja elevándose hacia las alturas.
Casa fetiche de Niofoin
Estas dos monumentales casas sagradas guardan a los dos fetiches que protegen el pueblo; Diby y Kalegbin
El fetiche Diby, también conocido como fetiche negro es el encargado de proteger al pueblo de sus enemigos.
La misión principal de este fetiche es dejar caer una espesa niebla evitando así el avance del enemigo hacia el pueblo. Sin duda esta es la construcción más espectacular de Niofoin.
El tamaño y el grosor del techo es debido a que al ser una casa sagrada esta nunca debe quedarse al descubierto y en vez de cambiar cada año paja como en cualquier otra casa (la paja de los techos de las chozas africanas se suele cambiar cada año o cada dos años ya que al secarse pierde su efecto impermeable), lo que hacen es ir añadiéndole una capa más cada año.
La casa del fetiche Diby tiene el privilegio de ser anualmente la primera en recibir su cubierta de paja en el pueblo y cada vecino de Niofoin debe contribuir con un poco de paja antes de ponerse a cambiar el tejado de su propia casa. El número de capas de paja superpuestas sobre esta casa sagrada nos podría dar una pista de su edad. Si observamos con detenimiento la casa veremos en los muros diferentes esculturas grabadas que simbolizan diferentes deidades, y junto a la puerta cráneos de animales y unos extraños aros. El guía local nos cuenta que estos aros son realmente los collares de los perros que han tenido el “privilegio” de ser sacrificados en honor y gratitud del fetiche Diby.
El árbol de la palabra de Niofoin
Junto a esta casa fetiche nos encontramos otra construcción conocida como Kafounda, el “árbol de la palabra” donde se resuelven muchos de los problemas o conflictos del pueblo.
También vemos otra casa pegada, a la que sólo los notables y los cargos más altos en la sociedad secreta tienen acceso. En ella se realizan muchos de los sacrificios de animales.
Nuestra última visita en Niofoin nos lleva hacia la otra casa sagrada del pueblo, donde reside el fetiche Kalegbin, encargado de proteger a la población en caso de hechizo maléfico, maldición, brote de enfermedad, etc. Este fetiche también tendría el poder de atraer y desencadenar la lluvia.
Nos vamos de Niofoin con la impresión de haber conocido una forma muy antigua y tradicional de entender la espiritualidad y el culto y con la imagen grabada de las impresionantes construcciones de las casas de fetiche, sin duda unas de las más sorprendentes de África Occidental.