Uno de los motivos principales que hacen que viajar a Angola sea tan atractivo es la de visitar algunas de las tribus que habitan el sur del país y comprobar cómo, en este mundo globalizado, conservan sus costumbres, su forma de vestir y su ancestral manera de vivir. Hoy te hablamos de las tribus de Angola.
Texto: Alicia Ortego y Yolanda Blanco / Fotos: Yolanda Blanco y Austerio Alonso
Motivos para viajar a Angola
Angola podría compararse incluso con Etiopía a nivel étnico, por la cantidad y diversidad de tribus que viven en sus fronteras, pero es diferente porque Etiopía es un destino turístico desde hace muchos años.
Angola, en cambio, todavía da sus primeros pasos tras su apertura al mundo después de décadas de conflicto. Aunque en muy pocos años toda esta atmosfera está cambiando rápidamente.
Visitando las tribus de Angola
En Kumakonda tenemos sensaciones opuestas a la hora de visitar las tribus de Angola, aunque somos conscientes de nuestras propias contradicciones, no lo escondemos.
Por una parte, como amantes de África, nos apasiona encontrar pueblos y tribus que conservan su forma de vida tradicional y nos encanta mostrárselo a nuestros pasajeros.
Al mismo tiempo también vemos cómo cierto turismo poco respetuoso (quizás nosotros también seamos parte implicada en ello) aterriza en Angola más preocupado en obtener la foto perfecta y utilizar a las poblaciones locales como meros objetos.
La obsesión que tenemos de sacar fotos y la oportunidad de aprovecharse económicamente de esta necesidad, a veces con demandas desproporcionadas, por parte de algunas de estas comunidades (totalmente lícito), genera en ocasiones situaciones incómodas, negociaciones interminables, malos entendidos (incluso entre ellos) y algunas escenas que dan vergüenza ajena (falta de empatía).
Sin duda esta región merece ser visitada pero creemos que quizá habría que olvidarse de las cámaras por algunos días y dedicarse a conocer y aprender. Puede merecer mucho la pena.
Como esto de viajar sin cámara fotográfica es algo totalmente utópico, en nuestros viajes queremos mostraros otros aspectos fascinantes de Angola como son su espectacular desierto del Namib, viajando hasta Ilha dos Tigres y Foz do Cunene o su pasado colonial y no sólo centrar nuestros viajes en las tribus de Angola
Volando hacia Lubango o Mocamedes
Desde Luanda volamos hacia el sur, a la ciudad de Lubango, capital de la provincia de Huila. En esta zona es donde se concentran la mayoría de las tribus de Angola. Otra alternativa es comenzar o terminar en Mocamedes
La hermosa ciudad, con un nivel de vida moderno, poco hace sospechar que a pocas horas de viaje vamos a encontrar un mundo de tribus que viven de forma ancestral.
Al encuentro de los Muila, sur de Angola
Cerca de Lubango encontramos a los Muila, un pueblo de ganaderos y agricultores que se caracterizan sobre todo por sus grandes collares de colores, sus abalorios y por el ungüento que se ponen las mujeres en el pelo, extraído de piedra machacada, que les da una apariencia muy original.
Los Muila siguen practicando su religión animista, la cual gira en torno al culto al toro sagrado.
Los niños y las mujeres del poblado, que eran los que se encontraban allí en ese momento, nos miraban atónitos mientras plantábamos las tiendas. Realmente no se diferencia tanto la forma de una tienda de campaña de las casas que tienen ellos… La suya es de adobe, troncos y paja. La nuestra es de plástico o tela, pero en forma y dimensiones, a veces no diverge tanto.
En la mayoría de las ocasiones, cuando llegábamos a un poblado son las mujeres y los niños quienes nos reciben, además del hombre que representa a la autoridad.
Las mujeres Muila se suelen dedicar a la agricultura de los campos situados alrededor de los poblados. Cultivan mandioca, maíz, sandía y calabaza.
Los niños las acompañan porque en estas aldeas tan remotas no suelen ir a la escuela. En el caso de las niñas aprenden su «oficio», es decir, agricultoras. En el caso de que sean niños, aprenden a pastorear ya que cuando sean algo más mayores irán con los padres.
La actividad de pastoreo se realiza cerca del poblado en la época de lluvias, pero cuando llega la época seca su trabajo se hace más duro. A veces tienen que irse lejos en busca de zonas más húmedas o con ríos más grandes, y pueden estar fuera del poblado durante casi tres meses.
La división de tareas entre hombres y mujeres está claramente definida. De hecho, casi no se ven en todo el día, excepto para dormir, aunque esto es bastante común en las zonas rurales africanas.
Esta es la razón por la que cuando visitamos los poblados de las tribus de Angola no solemos encontrar a los hombres hasta que llega la noche. Como mucho, está el hombre más viejo del pueblo, que es el que ejerce de jefe o «alcalde» y por tanto es el que concede permiso para visitar el pueblo o para pernoctar.
Los Mucubal, la tribu más numerosa
En los alrededores de Virey habitan los mucubal. Estos son el pueblo seminómada de origen bantú más numeroso de Angola. Se cree que llegaron hasta el desierto de Namibe tras una larga migración desde la Región de los Grandes Lagos durante el siglo XVI.
La región donde habitan los Mucubal, en los límites del desierto del Namib, cuenta con una climatología extrema que les obliga a vivir en movimiento, siempre en búsqueda de pastos y agua para su ganado. Es habitual encontrar pueblos abandonados o donde sólo quedan niños y ancianos.
Visitando a los Mugambue
Después de visitar a los Muila, nos dirigimos hacia la región donde habita el pueblo Mugambue. Como se ve en las fotos, llevan atuendos diferentes, no se ponen el ungüento en el pelo y se decoran la cabeza con otros adornos.
Es divertido ver cómo las nuevas generaciones mezclan productos de influencia europea con los arreglos tradicionales integrándolos perfectamente, como estas jóvenes con los sujetadores.
Los Mugambue son muy sociables y divertidos, y de hecho nos montaron una fiesta de bienvenida por la noche a ritmo de tambores improvisados con los típicos bidones amarillos que están expandidos por toda África.
Desde esta zona, situada al sureste de Lubango, emprendemos camino hacia el pueblo de Oncocua, que está situado en una zona aún más aislada.
Oncocua, el sur tribal de Angola
Para llegar a Oncocua tuvimos que ir por una pista forestal que parecía un mar de lodo (viajamos en Febrero, que todavía es época de lluvias).
Todo el mundo nos aconsejaba no ir en nuestro 4×4 si no que cogiéramos un camión militar que pasaba dos días por semana y era el que abastecía al poblado de Oncocua.
Pero lo intentamos, y .. ¡¡ lo conseguimos !! En los meses de verano se llega fácilmente en un día de viaje desde Lubango a Oncocua
Oncocua ofrece una visión rara. Siendo un pueblo de dimensiones considerables (unos 2000 habitantes) que está en medio de la nada, es impresionante ver cómo se pasean tranquilamente gentes de diferentes tribus de Angola ¡Es el paraíso de las tribus! ¡Parece sacado de una película!
Allí se mezclan los Muhimba (que son la misma tribu que los Himba de Namibia), los Mutua (similares a los Himba en manera de vestir y costumbres), y los Muhacaona.
En este lugar tan remoto hay una pensión, la de la señora María, pero ante la simplicidad de la habitación (cuatro paredes y el suelo), sin cama ni ningún otro mueble, decidimos plantar la tienda fuera.
Tribu Himba o Muhimba
Al día siguiente fuimos a visitar a los Muhimba. Como he mencionado antes, es la misma tribu que los Himba de Namibia que están más allá del río Cunene.
Los Himba son un pueblo seminómada que se sitúa en lo alto de la pirámide social por el gran número de cabezas de ganado que posee. Actualmente, al igual que ocurre con otras etnias de la región, se ven obligados a moverse fuera de sus lugares habituales de pastoreo debido a la sequía prolongada que sufre la región.
Estética de los Himba
Las mujeres parecen sacadas de un cuento galáctico. Parece mentira que con tan pocos recursos sean tan elegantes.
Nos dijeron que se duchan tres veces al año, pero se untan el cuerpo con polvo de roca ocre mezclado con grasa animal que huele estupendamente. La piel les queda brillante y perfecta, y aparte de por estética, se usa para proteger la piel del sol y de los mosquitos.
También nos encontramos con un joven cuyo peinado nos llamó poderosamente la atención. Se trata del arreglo de los hombres muhimba solteros que están en edad de buscar pareja y consiste en una gran trenza en forma de cresta, que a veces se cubren con un pedazo de tela.
Se dejó hacer fotos orgulloso.
El pelo de las mujeres también es impresionante, cubierto de la misma sustancia con la que se untan la piel, y extensiones de pelo artificial al final de las «rastas». Estas extensiones las compran en los pueblos un poco más grandes.
Al día siguiente fuimos a ver a los Hakaona, que son una etnia con la piel y el pelo más oscuros que el resto de tribus de Angola.
Durante los días en esta zona aprovechamos las noches para visitar el “antro” donde salían de fiesta y tuvimos la oportunidad de echarnos unos bailes de música africana moderna (kuduro y afrohouse en Angola) en medio de tribus Hakaonas, Muhimbas y Mutuas. Surrealismo puro. Las mujeres Muhimba, descalzas en la discoteca, danzaban incluso con el niño cargado en la espalda. ¡Nada podía parar sus ganas de bailar!