Níger es un diamante en bruto. Con un patrimonio cultural enorme y unas gentes muy amables. Nos ha enamorado sin discusión. Entre sus riquezas culturales hemos podido asistir a la ceremonia Bori de los hausa y la danza de los guerreros Tauri, ambas animistas. Aquí tienes la crónica, un adelanto de lo que puedes esperar si viajas a Níger con nosotros .
Los hausa de Níger
Los hausa son una gran nación cuyo territorio está repartido entre Níger y Nigeria. De hecho, estos dos países eran un todo, el País Hausa, antes de la irrupción de los franceses e ingleses a finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
En realidad, cuando llegaron los europeos los hausa eran gobernados por los Fulani, el otro gran pueblo de África Central.
Aunque su país fue dividido entre Níger y el norte de Nigeria por las potencias coloniales, la identidad hausa sigue viva y la componen 22 millones de almas. Son el grupo étnico más grande de África Central y a lo largo de los siglos también se expandieron a Chad, Camerún y países del Oeste de África como Benin, Togo, Costa de Marfil, Ghana.
Su territorio ancestral se extiende en el entorno árido del Sahel, y la historia de esta nación se remonta al siglo XIII. Incluso antes de esa fecha, ya estaban organizados en torno a siete estados que, una vez se hicieron con el control de sus tierras, se especializaron en la producción de una u otra cosa. Por ejemplo, Kano (en la actual Nigeria) eran los principales productores del índigo o algodón, telas y tintes que exportaban con ayuda de las caravanas que cruzaban el Sahara.
Arquitectura saheliana de Níger, el Islam y el animismo
Otra de las peculiaridades y desde luego atractivos del pueblo hausa es la arquitectura tradicional conocida como “arquitectura saheliana”. Las ciudades y pueblos se edifican con adobe y se decoran con motivos geométricos muy característicos. De gran belleza, podemos añadir .
Las mezquitas de Yamaa o el pueblo de Bouza pueden recordar a Tombuctú, Gao y Djenné (Mali), pero parece que en Níger han alcanzado un punto de elegancia o refinamiento mayor. O quizá sea nuestro entusiasmo al recorrer sus calles y admirar sus monumentos.
Los hausa fueron, hasta el siglo XIX aproximadamente, un pueblo principalmente animista con una gran tradición de creencias y ceremonias que algunos comparan con el vudú de África Occidental. Los Fulani, conquistadores de esta tierra, fueron los responsables de acelerar la conversión al Islam de los hausa imponiéndolo por decreto y cargando contra las creencias tradicionales que consideraban un «paganismo demoniaco».
Aquéllos que se aferraban a las creencias animistas fueron relegados o casi expulsados de la sociedad, y de alguna forma así sigue siendo. Por eso, como dice Osita Okagbue, profesor de la Universidad de Londres: “No es de extrañar que los miembros de boris procedan de grupos oprimidos de la sociedad hausa, siendo la mayoría mujeres, prostitutas, homosexuales, lesbianas, travestis, enfermos mentales y ex víctimas de otras enfermedades estigmatizadas atribuidas a los espíritus”.
Entre esas tradiciones está la ceremonia de trance y posesión que pudimos presenciar en el sur de Níger el pasado noviembre de 2023. Una ceremonia bori que nos dejó sin palabras. Desde entonces estamos deseando compartirla con nuestros viajeros
La ceremonia Bori de los hausa maguzawa
La religión Bori: dioses y medicina tradicional
La religión Bori -“la fuerza espiritual que reside en las cosas físicas”- es el sistema de creencias de los hausa maguzawa (maguzawa es el nombre que se da a los animistas).
¿Por qué ha sobrevivido a la presión islámica?
Según el estudio antropológico de la autora Michaela Pasian “L’Harmmatan”:
Se dice que los Maguzawa eran paganos tolerados por los fulani de Usman Dan Fodio, sin duda por la ayuda que les prestaron contra la dominación de las dinastías Hausa II. Un tiempo después, a pesar de esa «tolerancia» por la ayuda prestada, la religión bori acabó siendo prohibida y sobrevivió en pequeños reductos, la mayoría en la zona de Kano (Nigeria), entre los grupos de refugiados.
Pero la prohibición no siempre consigue lo que quiere. Parece ser que los hausa, aunque sea de manera proscrita, nunca han dejado de creer en los espíritus. Los espíritus tienen poder sobre las personas. Influyen en sus vidas. Pueden hacer que enfermen o que caigan desgracias sobre ellos. También fortuna o buena suerte, así que está claro: mejor no hacerles ninguna afrenta.
El panteón de la religión Bori se ha ido conformando a lo largo del tiempo, alimentándose de la historia y los aconteceres del pueblo hausa. El resultado es que hay miles de espíritus de muy diversa índole.
Hay espíritus que son animales, otros humanos, otros fenómenos naturales (ríos, rocas, caminos, bosques, la lluvia, etc.), y otros que son emociones humanas (ira, amor, alegría…). Pero también hay amos y esclavos, musulmanes y paganos, ocupaciones como la del guerrero, el tamborilero, el cazador, el erudito o el tejedor. Y otros espíritus son “nacionalidades” como los árabes del otro lado del Sáhara, los Fulani o incluso los europeos. Fascinante.
Por otro lado, en esta religión hay un elemento muy importante: la medicina tradicional. Sus recetas a base de plantas son secretas y se transmiten por herencia. Te invitamos a leer este artículo en francés sobre estas prácticas.
La medicina tradicional sigue teniendo un papel muy importante en Níger. Hay un gran volumen de población que recurre a ella, la encuentras fácilmente en los mercados y desde hace al menos veinte años se celebran congresos con exposiciones y participación de estudiantes de todo el país.
La ceremonia Bori de trance y posesión
En este contexto, la ceremonia Bori de trance que pudimos presenciar en el sur de Níger, muy cerca de Nigeria, es un ritual en el que las personas se comunican con los espíritus para lograr la sanación de las personas enfermas.
Es, pues, una ceremonia en la que los espíritus ejercen su poder, si bien son controlados por las personas durante el proceso de la posesión. Por ejemplo, las sacerdotisas les hacen callar tapándoles la boca con la mano con gesto autoritario.
En origen, la ceremonia Bori de trance era conducida por las sacerdotisas a través de la música y la danza. En cambio, la ceremonia que nosotros hemos presenciado era llevada por un sacerdote y una sacerdotisa.
Otro aspecto que marca mucho la ceremonia es el aspecto de los médiums. Estos deben representar el espíritu que les posee y para ello deben mostrar lo que le caracteriza, en especial su carácter: dulce, triste, retador, enfadado, juguetón, etc. Es más: un médium es considerado mejor o peor en función de cómo logre transmitir el espíritu que le posee.
No hay que perder de vista la cuestión de género en esta historia: las sacerdotisas lograron tener un estatus de poder que era imposible de alcanzar en la sociedad tradicional. Muchas, por cierto, pertenecían a la clase gobernante, pero aun así con este rol lograban tener una cuota de independencia muy superior a las demás. Los antropólogos creen que podía ser una vía de escape del matrimonio que las tiranizaba.
El arreglo de los medium para la ceremonia Bori
Sea como sea, el arreglo de los participantes es fastuoso. Lucen peinados de cuidadas trenzas y un maquillaje delicado que realza las cejas, la nariz y las mejillas, además de perfilar los labios. Por supuesto con este maquillaje también se busca destacar los rasgos del espíritu al que representan o que les posee.
En la cabeza llevan tocados en forma de casquete revestidos de conchas de cauri y terminados en largas tiras de cuero, también revestidas con estas conchas. Además, se adornan la frente con diademas hechas con botones blancos y llevan muchísimos collares de cuentas.
Los cauries fueron la moneda utilizada para el comercio en el Sahel y se importaban de lugares tan lejanos como Indonesia. En la religión Bori también servían como herramienta de adivinación.
Entre los médiums nos llaman la atención los hombres vestidos y maquillados como mujeres. Podrían estar representando a Yan Daudu o “hijos de Daudu”, uno de los dioses más extravagantes del panteón Bori. Suelen ser hombres con apariencia femenina que a veces se dedican al trabajo sexual, aunque no se identifiquen necesariamente como homosexuales. Puedes leer más en la página African religions.
La ceremonia se desarrolla realizando una danza en círculos con una música de fondo un poco monótona. Cuando un médium es poseído por su espíritu (invocado por los sacerdotes), se le acerca un micrófono para que todos los asistentes puedan oírle. En especial, las personas que han hecho la consulta.
Por lo visto, hay espíritus que lanzan insultos. Quizá esta sea la razón por la que la sacerdotisa les tapa la boca .
Los médiums y sus líderes son los que deciden cuándo y qué espíritus deben ser llamados, y cuándo son enviados de vuelta a su mundo. Además, un espíritu nunca va a aparecer si no está sonando la música apropiada.
Parece ser que hay espíritus más rápidos en sus respuestas, y otros famosos por los “milagros” que son capaces de hacer, como andar sobre el fuego o hacer aparecer dinero.
En la actualidad, al menos en la región de Maradi, la ceremonia Bori convive con la tradición musulmana. Muchos de los practicantes del Bori no son musulmanes, son cien por cien animistas todavía en estos días. Eso sí, también se ha producido un sincretismo y los mismos fieles que van a la mezquita también acuden a los espíritus Bori para hacerles consultas sobre salud y bienestar. Siempre que no sea viernes, el día más sagrado del Islam.
Hay que tener buena relación con los espíritus. Nunca se sabe.
¿Quieres verles en acción? No te pierdas este vídeo aunque ojo, sigue leyendo que ahora te hablamos de otra sorpresa.
La danza Tauri o de los invencibles
Además de la ceremonia Bori, no queremos dejar de hablar de otra ceremonia que nos impactó.
Se trata de la danza Tauri. En ella los hombres demuestran sus habilidades para la lucha con grandes espadas y cuchillos muy decoradas. La verdad es que no es muy apta para almas sensibles.
La danza propiamente dicha comienza con un ritmo vertiginoso en la que los bailarines dan vueltas sobre sí mismos con gran rapidez. Tras unos minutos, sacan sus sables y empiezan a hacer movimientos con los que parece que se van a hacer un corte en el estómago. Los movimientos son muy rápidos y algunos incluso saltan al mismo tiempo, pero de forma “mágica” no se hacen ninguna herida.
Después, sus «víctimas» se prestan a ser el objetivo de las espadas. De nuevo, nadie resulta herido, aunque podría…
Es posible que esta danza tenga que ver con los espíritus guerreros, los Tan Garki, que protegen a quienes les invocan.
O puede que tenga que ver con el mito que afirma que los hausa son descendientes de Bayajidda, y que dice así:
Cuando Bayajidda llegó a la tierra de los Gaya, pidió a algunos herreros que fabricaran un cuchillo con poderes sobrenaturales. Con este cuchillo pudo liberar a los habitantes de Daura de una serpiente que les impedía sacar agua del pozo seis de los siete días de la semana. En agradecimiento, la reina de Daura se casó con Bayajidda y tuvieron siete hijos que gobernaron los siete estados hausa.
Esperamos que este artículo te haya resultado interesante, y ya sabes, si quieres conocer culturas y tradiciones tan fascinantes como estas, no dudes en viajar con nosotros