Viaje a las selvas centroafricanas
Continuamos con nuestro viaje en camión a través del África central. Esta vez el objetivo es explorar las selvas centro africanas, hogar de numerosos grupos de gorilas occidentales de tierras bajas.
La reserva de Dzanga Sangha, tercer plato fuerte del viaje, es posiblemente el mejor lugar de África central para poder ver estos gorilas junto a elefantes y búfalos. También buscaremos acercarnos a una de las culturas más interesantes del continente: la del pueblo Ba’Aka

Cruzar la frontera de Touburo, entre Chad y Camerún, nos llevó bastante más tiempo del previsto. A los chicos de las aduanas chadianas, les debimos parecer sospechosos de transportar algún tipo de mercancía, sustancia o producto ilegal, por lo que nos sometieron a un completo registro del camión que duró tres interminables horas bajo un sol de justicia. No hubo equipaje o recoveco del camión que se les escapara en la inspección. Supongo que pocas cosas hay peores que un joven de uniforme queriéndose hacerse el importante ante no se sabe muy bien quién. Esta vez, a diferencia de otras fronteras, no era cuestión de dinero, solo era cuestión de jerarquía.

Viajando por Camerún
Nuestro viaje por Camerún consistía simplemente en un largo tránsito hacia República Centroafricana. Camerún es conocida como la África en miniatura. Un país muy interesante que alberga una completa variedad de paisajes y ecosistemas, además de interesantes grupos étnicos y algunos buenos parques nacionales donde contemplar vida salvaje.
En este viaje en camión a través del África central, habíamos dejado de lado las visitas en Camerún por no extender la expedición más allá de 31 días, pero debíamos atravesar el país ante la imposibilidad de hacerlo directamente desde Chad a República Centroafricana. El norte de RCA es a día de hoy, todavía una zona inestable, preferiblemente a evitar.

El Ranch de Ngaoundaba
El Rancho de Ngaoundaba es una parada perfecta de varios días cuando se viaja desde el sur hacia el norte de Camerún o viceversa.
Para nosotros supuso un descanso necesario e imprescindible después de varios días de duro viaje a través del sur de Chad. Los agradables paseos por las montañas de los alrededores del Ranch de Ngaoundaba, el reconfortante baño en el precioso lago anexo y la estupenda comida casera del lugar, hizo que cargáramos las pilas lo suficiente para acometer el resto de viaje hasta Dzanga Sangha.



Viajando por pistas madereras
En Camerún, al igual que ocurre en Congo o Gabón, se han abierto a través de la selva enormes corredores, donde cientos de camiones circulan desde los aserraderos hacia los puertos, transportando los inmensos troncos sacados de los bosques centro africanos. Una tragedia de unas dimensiones, que solo es posible conocer cuando se ve de primera mano.
Donde los mapas no muestran carreteras y las APPS de nuestros móviles dicen que no hay ruta, es posible circular por estupendas pistas que han sido creadas en un tiempo récord por la industria maderera.
A través de una de estas pistas llegamos a Libongo, situado a las orillas del río Sangha y puesto fronterizo antes de entrar en República Centroafricana.

El río Sangha
El río Sangha y sus afluentes fue durante mucho tiempo, una importante vía de comunicación en las rutas de la región. Este río comunica la población de Nola en República Centroafricana, con Camerún y la República del Congo, donde tras 750 kilómetros, se une al río Congo.
Hasta hace muy poco, el Sangha era utilizado por barcas para el transporte de mercancías de todo tipo, ya que hasta el año 1973 no había ninguna carretera en toda esta parte de África central. Aun en estos días, el río Sangha sigue siendo parte imprescindible en la vida de los habitantes de la zona.
Este río discurre a través de un lujuriante bosque tropical y tiene una profundidad muy variable de entre un palmo y los 5 metros de profundidad, según la estación del año.

De Libongo a Bayanga
Acabamos de dejar nuestro camión en la Gendarmería y tras realizar todas las formalidades fronterizas y seleccionar las cosas necesarias para pasar los próximos 4 días en Dzanga Sangha, nos dirigimos hacia el embarcadero de Libongo.
Es temporada seca y los barqueros que nos vienen a recoger a Libongo (Camerún), nos avisan de que el caudal del río es muy bajo y que debido a los grandes bancos de arena que asoman de sus aguas, el viaje llevará más tiempo del habitual. Lleva varias semanas sin llover, algo muy poco habitual en esta parte de África, incluso en época seca.



El Bosque de Sangha
Nos adentrarnos en un bosque de tierras bajas que alberga una enorme diversidad de vida salvaje, especialmente en mamíferos, pero también en aves, con cerca de 380 especies.
El inventario botánico del bosque es muy rico, con multitud de plantas utilizadas por los pigmeos Baaka para fines médicos.
Este es un bosque inmenso y prácticamente intacto, compartido por tres países: Camerún, República de Congo y República Centroafricana y parte de él, forma el parque trinacional de Sangha.
Doli Lodge
De nuevo este bonito campamento situado junto al río Sangha, nos servirá de base durante varios días para visitar la Reserva de Dzanga Sangha.
Habitaciones confortables, agua corriente, un restaurante-bar con unas vistas maravillosas del río, es todo lo que necesitamos para descansar de todo el desafiante viaje que llevamos a nuestras espaldas. Un viaje que comenzaba 20 días atrás en la capital de Chad.

Reserva de Dzanga Sangha
De nuevo volvíamos, al que para nosotros es con diferencia, la joya de todos los parques nacionales de esta parte de África.
¿Por qué nos parece la mejor reserva de bosque de África central?
- Tres grupos de gorilas de llanura habituados
- Grupo de mangabeys habituados
- Dzanga Bai, un lugar donde está garantizado el encuentro con mínimo 50 elefantes
- Trekking formidable por las salinas
- Convivencia con los pigmeos Baaka en el bosque
Al ser un grupo tan grande tuvimos que hacer dos grupos. Uno fue un día al Dzanga Bai y otro al Bai Hokou al encuentro de los gorilas occidentales de tierras bajas y los agile mangabais. Los que visitaban los gorilas se repartían a su vez, entre la familia de Mata y la familia de Makumba, los dos espaldas plateadas que habitan en Bai Hokou con sus respectivas familias. Y al día siguiente se intercambiaron las visitas.

Visitar gorilas occidentales de tierras bajas VS visitar gorilas de montaña
Una de las mejores experiencias que se pueden vivir en África es ver a una familia de gorilas salvajes.
Cada viajero puede visitar gorilas occidentales de tierras bajas o gorilas de montaña, dependiendo del país y del parque nacional al que se viaje.
La mayoría de los viajeros se deciden por visitar gorilas de montaña en las montañas Virunga, una sucesión de volcanes extintos que bordean la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda, la cual alberga algo más de la mitad de la población de gorilas de montaña que existe. Otra opción mayoritaria es visitarlos en el Parque Nacional Impenetrable de Bwindi en Uganda.
¿Dónde ver gorilas occidentales de tierras bajas en África?
Más desconocidos y menos visitados, son los gorilas occidentales de tierras bajas, pero no menos impactante su encuentro.
El gorila occidental de tierras bajas (o de llanura occidental), es la más numerosa de las cuatro subespecies de gorilas que existen, con una estimación de población aproximada de entre 100.000 y 200.000 individuos. Una cifra que nadie conoce a ciencia cierta, ya que es prácticamente imposible su recuento por las inmensas y densas áreas en las que habita.
Algunos de los mejores lugares para visitarlos son:
- Reserva de Dzanga Sangha en República Centroafricana
- Parque Nacional de Loango y el Parque Nacional de Moukalaba-Doudou en Gabón. Ver viajes a Gabón
- Los Parques Nacionales de Odzala (parque nacional muy exclusivo por sus precios de alojamiento) y Nouabale-Ndoki en República del Congo, este último prácticamente cerrado al turismo (2019-20).

Precios de los permisos de visita de gorilas en África central
En cuanto a la diferencia de precio de visitar gorilas de llanura occidentales VS gorilas de montaña, la balanza se inclina positivamente hacia los gorilas de llanura occidentales, cuya tarifa oficial de visita ronda un precio de entre los 300 a 500 USD, respecto a los 700 USD de Uganda y los 1.500 USD de Ruanda. Todos estos permisos incluyen la visita de una hora con los gorilas.
Algunas diferencias básicas entre gorilas de llanura y gorilas de montaña
Los gorilas de montaña habitan, como su nombre indica, en zonas altas, son más grandes, tienen un pelaje más largo para protegerse de las frías temperaturas en las que viven y tienen los brazos más cortos. Su alimentación consiste mayormente en hierbas.
Los gorilas de llanura occidentales viven normalmente en grupos de 5 a 10 individuos, aunque hay excepciones como el grupo habituado de Doussala en Gabón, que lo forman unos 15 individuos.
Su alimentación consta de diferentes frutas estacionales, plantas y hierbas y es mucho más amplia y variada que sus primos de montaña. A diferencia de los gorilas de montaña, a los de llanura occidentales les gusta permanecer en lo alto de los árboles y en los claros del bosque, donde crece una de sus hierbas preferidas. El grupo lo componen un espalda plateada dominante y varias hembras junto con sus crías. La dura competencia por los alimentos hace que no sea raro encontrar a individuos solitarios, que abandonan temporalmente o permanentemente los grupos, algo que solo ocurre en los gorilas de llanura occidentales, ya que los grupos de gorilas de montaña están mucho mas cohesionados.

Visitar gorilas en África habituados, ¿y eso que significa?
Muy fácil, si no hubiera grupos de gorilas habituados a la presencia humana, sería muy difícil o prácticamente imposible su avistamiento. Los gorilas al igual que ocurre con la gran mayoría de mamíferos del bosque, huyen en cuanto sienten la presencia humana. Y si no huyen, como a veces pasa con elefantes, búfalos, chimpancés o gorilas, pueden dar lugar a encuentros nada agradables, en las que los humanos tienen siempre las de perder.
Durante el proceso de habituación, al gorila, chimpancé, mangabei o cualquier otro primate, se le acostumbrará gradualmente a la presencia humana.
Durante la observación, el equipo de habituación tomará notas sobre comportamientos, dietas o salud. Este proceso de habituación que lleva varios años de trabajo y contacto diario con el grupo de gorilas, tiene el riesgo de influir en su comportamiento o la transmisión de enfermedades. Esta habituación es necesaria para el estudio de estos primates y para la financiación de la reserva a través de los ingresos que genera el turismo.
Para no generar demasiado estrés a los gorilas, las visitas en Dzanga Sangha y otros parques nacionales de la región suelen reducirse a un máximo de 3 o 4 personas por grupo y máximo dos grupos por día.

Rastreadores Ba’Aka, imprescindibles en la habituación de gorilas
Nadie conoce el bosque tan bien como el pueblo Ba’Aka y ellos, junto con el equipo científico, son los encargados de realizar este trabajo de habituación que dura cinco años.
- Al principio se establece un lento contacto, manteniendo grandes distancias. Los gorilas desconfían y tienen miedo.
- En el primer y segundo año los gorilas y especialmente el espalda plateada, se vuelven más agresivos.
- Sobre el tercer año el espalda plateada y después sus descendientes empiezan a ignorar al equipo de habituación.
- En el cuarto y quinto año, las hembras más desconfiadas con los humanos intentan provocar a los “silverback” para que se muestre agresivo con el equipo de habituación. Poco a poco también las hembras acaban mostrando indiferencia hacia el equipo de habituación.
- Las reacciones agresivas pueden durar hasta el séptimo año
Los gorilas de Bai Hokou en Dzanga Sangha
En la Reserva de Dzanga Sangha existen tres grupos de gorilas habituados. Dos de estos grupos están en un área conocida como Bai Hokou, próximo a la línea fronteriza con la República de Congo y a dos horas en 4×4 de la entrada de la reserva.
En el Bai Hokou se encuentra el centro de bienvenida de visitantes y sirve de campo base para las operaciones logísticas de esta parte de la reserva de Dzanga Sangha.
Nosotros nos centramos en los dos grupos de gorilas que habitan en Bai Hokou: el de Mata y el de Makumba.
Mientras que Makumba es un tranquilo “silverback”, Mata, recién terminado su proceso de habituación aún ofrece al visitante buenas dosis de adrenalina, ya que suele hacerse notar cuando se llega a su territorio.
En esta ocasión me decanté por visitar el grupo de Mata y os aseguro que viví una de las experiencias más brutales que me han ocurrido en África, extremadamente positiva, por cierto.

Agile Mangabey
Como complemento a la visita de los gorilas de llanura, en el Bai de Hokou se puede ver un enorme grupo de mangabais también habituados. Este grupo lo componen más de 200 individuos. Resulta una visita muy recomendable, ya que si la suerte acompaña, el visitante se verá rodeado de decenas y decenas de mangabais, que se despiojan entre ellos, juegan o practican un completo Kama Sutra.

Como el día anterior me lo tomé de relax y me quedé descansando en el Doli Lodge, que me sentó de maravilla tras el duro viaje, pude recargar las pilas suficientemente como para ese mismo día apuntarme a la ruta de senderismo que recorre los diferentes “bais” y salinas de esta parte de Dzanga Sangha, todos ellos lugares bellísimos en los que es posible encontrar elefantes, búfalos y gorilas igualmente.