Viajamos al suroeste de la República Democrática del Congo en busca de la tribu Pende. Este es uno de los grupos étnicos que más nos atraen por sus ganas de conservar las tradiciones, y queremos seguir conociéndoles en próximos viajes.
Quiénes son los Pende
La historia de la tribu Pende se remonta unos 500 años atrás, cuando vivían en la actual Angola, entre la costa Atlántica y el río Kwanza o Cuanza. De manera similar a sus vecinos Yaka y Suki, hacia 1620 el imperio Lunda presiona con sus ansias de expansión. Deciden abandonar sus tierras, emigrando al territorio actual en la RDC.
Los Pende viven desde el siglo XVII en Congo RDC formando dos grupos: el grupo del este del territorio Yaka (Pende occidental) y el grupo de la ribera occidental del río Kasai (Pende oriental). Entre estos dos grupos hay bastantes diferencias culturales, pero ambos se consideran pertenecientes al pueblo Pende.
En 1885 un nuevo pueblo llegó presionando con sus ansias de expansionismo, los Tchokwe, que consiguieron someterles. Sin embargo, muy poco tiempo después llegaron los colonialistas belgas y estos pusieron freno a los Tchokwe. Los Pende pudieron conservar su independencia, pero de forma efímera. No se podían imaginar lo que se les venía encima.
Los belgas sometieron a la tribu Pende a trabajos forzados e impuestos, igual que hicieron con todos los pueblos que se cruzaron en su camino.
El sistema colonialista de expolio organizado, movido por la avaricia, impactó negativamente en el modo de vida tradicional y produjo tensiones sociales. Cuando la colonia se disolvió en 1960, esas tensiones fueron la base del caos violento en que se sumió el Congo.
Aun así, la identidad y tradiciones de la tribu Pende han llegado hasta nuestros días. Hoy es posible visitarlos tras un duro camino desde Kinshasa.

La tribu Pende tiene una lengua propia llamada Kipende que forma parte de la gran raíz Bantú.
Su sociedad se organiza en base a clanes o linajes matrilineales, y cada linaje tiene su jefe. Sin embargo, no hay una autoridad central.
Son agricultores y cultivan principalmente mijo, plátano, cacahuete y maíz. En los campos, las mujeres hacen la mayoría del trabajo y se encargan de la venta en los mercados locales. Los hombres realizan la limpieza de los campos y además cazan y pescan para completar la dieta.
Quizá una diferencia notable con otros pueblos es que la tribu Pende sigue siendo consciente del valor de su cultura tradicional, y hace verdaderos esfuerzos por preservarla para las generaciones posteriores. No para el turismo, porque este es prácticamente inexistente.
Cualquier miembro de la comunidad Pende conoce los rituales, simbología y tradiciones de su pueblo. Además, en la localidad de Gungu está el Museo del Conservatorio, que reúne piezas de arte y religión de esta y otras etnias vecinas. Lo mismo ocurre con el National Gungu Festival en el que se dan cita los Pende y otros pueblos para mostrar sus danzas ceremoniales.

El arte tradicional de la tribu Pende
El arte tradicional Pende sigue vivo. Nos referimos a la escultura y la creación de máscaras que participan en festivales y rituales.
De manera similar a los tejidos Kuba, que por cierto tienen sus raíces en los Pende, las esculturas antiguas de esta tribu están bien cotizadas en los mercados internacionales.
Los objetos que en su día fueron considerados como “diabólicos” por los colonialistas (aunque se llevaron todo lo que pudieron), hoy forman parte de la seducción que ejerce el arte africano.
Una interesante muestra de este arte se encuentra en el Museo Nacional de Kinshasa, abierto desde hace pocos años.

Las ceremonias de la tribu Pende
Las ceremonias y rituales de la tribu Pende son similares a las de otros pueblos animistas de África, pero por supuesto tienen su estética y ritmos propios.
Entre las ceremonias más importantes destacan las iniciaciones y las funerarias, si bien también tienen ceremonias agrícolas y de curación.
Asistir a uno de estos festivales es algo espectacular. Más allá de las máscaras y trajes que utilizan, también podemos observar su decoración corporal, en la que llama mucho la atención el color rojo que cubre sus cuerpos. Dicho color se basa en el polvo tukula.
De color rojo intenso, el polvo tukula (llamado twool por los Kuba) está hecho con madera molida y es muy importante en la idea de belleza Pende. Por eso se utiliza para cubrir la piel y el cabello en las ceremonias, así como para ungir los cuerpos antes de enterrarlos.

La ceremonia de iniciación de los Pende
Como en tantas otras tribus, los Pende celebran la transición de la infancia a la vida adulta con un proceso de iniciación. Se llama Mukanda, e incluye la circuncisión de los niños que participan, que suelen tener entre 8 y 12 años. Un rito que, por cierto, se llama igual entre los pueblos de alrededor. Así, es posible encontrar ceremonias Mukanda entre los Mbunda, Chokwe, Salampasu y Suku entre otros.

La iniciación representa la muerte simbólica como niños y su paso a la condición de adultos. Es un periodo educativo en el que se les enseña a ser resistentes, respetar las normas de la comunidad, los mitos y costumbres, la caza y a tratar correctamente con las mujeres. En resumen, aprenden las normas sociales, responsabilidades y destrezas para la vida adulta en la tribu Pende.
Además, todos tienen que aprender a tejer su Minganji o máscara de iniciado, que consta de un traje que les cubre de pies a cabeza y está hecho de rafia. También deben confeccionar su máscara Gitenga. Las máscaras Gitenga tienen ojos saltones y son muy vistosas.
El periodo de confinamiento dura un mes, pero antes podía llegar a durar dos o tres años. Se hace en un campamento construido para la ocasión, en medio de la sabana, y nadie puede acercarse a dicho campamento excepto el Misansa, un personaje vestido para la ocasión que les lleva los alimentos preparados por sus familias.
En cada iniciación pueden llegar a reunirse varios cientos de muchachos en torno a los maestros o Nganga Mukanda, entre los que destaca el Kele, el gran maestro iniciático.
Los maestros de la iniciación llevan un atuendo espectacular. Con muchos collares en los que destacan colmillos de leopardo, campanas y plumas, se visten con pieles y, por supuesto, se pintan con el polvo rojo tukula. Durante la ceremonia llegan a atravesarse las mejillas con una varilla, afirmando que no les duele nada y demostrando así su poder ante el dolor.


Hoy en día la Mukanda se realiza aprovechando las vacaciones escolares en los meses de julio y agosto. Quizá esto sea una de las razones de que se haya acortado tanto su duración.
Cuando el periodo de aprendizaje termina, una gran ceremonia da la bienvenida a los orgullosos jóvenes que vuelven a casa.
En dicha ceremonia se realizan danzas, cantos y participan muchas máscaras diferentes. Incluso, hay una danza realizada por iniciados en la cual se suben a unos zancos altísimos para bailar.
Está claro que alguien que está a mayor altura es claramente visible para los demás y ostenta algún tipo de autoridad. En este caso, podría estar simbolizando la función de guía de los iniciados.

¿Sólo se inician los niños? A diferencia de otros pueblos, las niñas Pende también pasan por un proceso de iniciación, aunque se hace aparte. Se llama Kiwila y está al cargo de las Nganga Kiwila.

Los ritos funerarios
El acompañamiento del fallecido a la “otra vida” es un trance muy importante en la vida de las personas, aunque suene contradictorio.
Según las creencias de la tribu Pende, y en general de las culturas animistas, el cuerpo se convierte en espíritu de un antepasado o mvumbi, y hay que despedirlo adecuadamente.
No obstante, los Pende creen que dependiendo de cómo murió esa persona, el espíritu puede ser bueno o malo, y en el segundo caso es necesario aplacarlo.

Los espíritus que han sido abandonados pueden provocar males a la familia, como una enfermedad o una desgracia. Sólo los curanderos y adivinos pueden determinar el origen de la enfermedad y decidir cómo tranquilizar al espíritu que la provoca. Por supuesto, todo se hace mediante rituales que incluyen danzas, cantos, música y máscaras.
Máscara negra, máscara roja,
máscaras de todo horizonte
de donde sopla el Espíritu,
os saludan en silencio.
… destiláis ese aire de eternidad
en el que respiro el aliento de mis padres.
Máscaras de rostros sin máscara.
Léopold Sédar Senghor (poeta y escritor senegalés)
Te invitamos a ver «en acción» las máscaras y danzas de la Tribu Pende en el siguiente vídeo:
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